Un año con Selina

A primeros de Mayo del año pasado, mi hermana y yo fuimos a la perrera de Málaga y rescatamos a Selina, una gatita de apenas un mes de vida, que casi no podía comer el pienso duro que le ponían en aquella minúscula jaula donde estaba con sus 3 hermanos, y sin madre. Nunca habíamos tenido gato, siempre tuvimos perros. La idea era regalarle a Maria Ángeles, mi novia, una gatita, para que le hiciera compañía en la ciudad donde se mudaba por trabajo. Entre todos sus amigos le preparamos una fiesta sorpresa, y todos pusimos algo de dinero para poder pagar los gastos iniciales del animalito, ya sabéis, vacunas, comida, chip y todo lo que un animal conlleva al principio, ese sería el regalo de despedida para Maria Ángeles, un regalo que tiene un valor incalculable.

Luego las circunstancias de la vida, hicieron que pronto, ( unos pocos meses después) yo me fuese con Maria Ángeles a vivir. Como dije al principio, nunca había tenido gato, y no sabía realmente como eran estos animales. Llevo conviviendo con Selina unos 9 meses, y ahora no sabría como vivir sin su compañía y sin su manera especial de ser cariñosa.

Los gatos tienen una mala fama entre la gente que no los conoce, y creo que la única forma verdadera convencer a la sociedad de lo contrario es que conviviesen con uno durante un tiempo. Estamos de acuerdo, los perros son mas nobles, y tienen un carácter frente a su dueño que no tienen los felinos. Y es que ahí esta la gracia, eres el dueño del gato, si, pero no eres el dueño para el gato. Eres parte de su entorno, de su familia, y son ellos quienes te aceptan como tal. Es extraño, porque tienen una personalidad muy fuerte y parecen personitas, se enfadan contigo y te la guardan, y notas también como te perdonan. Son inteligentes , te torean para conseguir lo que quieren, te chulean, y si pueden te la juegan, claro que si, y eso me encanta. Porque además de todo esto, son mas cariñosos de lo que mucha gente puede imaginar y te buscan para no estar solos, para que les des caricias, o para que juegues con ellos, te acechan por las esquinas de la casa y saltan a cazarte y jugar contigo.

Como digo, nunca tuve gato, y ahora tenemos dos. Si no conoces a estos seres tan especiales, no tardes en hacerlo, puede que te sorprendan mas de lo que te imaginas, y que descubras que te gustan mas de lo que nunca hubieras pensado.

Ah, y cuidado, engancha.