lunes, 6 de octubre de 2014

EL FINAL DE NARUTO



Parecía que el sueño ninja de Naruto iba a estirarse hasta el infinito, cuando se anuncia que en el próximo mes de noviembre el manga de Masashi Kishimoto terminará su serialización en la mítica Weekly Shonen Jump. 

Francamente me alegro mucho de que termine, hace tiempo que va pidiendo que Kishimoto le de un fin, pero ojo, yo no me escondo, ni reniego de este manga, que personalmente me ha dado grandisimos momentos y personajes. Es cierto que ha sido víctima del estiramiento y el relleno, posiblemente instigado por presiones editoriales, y que  el último arco esta siendo un tostón de campeonato. Sin embargo yo no mato a Naruto por un final agónico.  Llevaba tiempo queriendo romper una lanza a favor del ninja de Konoha.


Entiendo que el manga en España es una moda para muchos, las opiniones y las críticas cambian radicalmente según sopla el viento. Todavía leo opiniones que ponen a Dragon Ball de "mierda sobrevalorada" y me llevo las manos a la cabeza. Porque es obvio que cada obra tiene su momento, Dragon Ball tuvo el suyo (y fue inigualable oigan) al igual que este Naruto que termina. Con esto no quiero decir que tenga que gustar este manga, ni mucho menos, pero hay que reconocerle que marcó una época en Japón, España y el resto del mundo. Eso es innegable, para quién le gusta y para quién no. 


 Comencé a leer este manga a los 18 años,  justo cuando llevaba algo más de un año publicandose en España. Cuando salió me pilló muy corto de pasta y lo pille un poco más tarde. 

Sin duda fue uno de los shonen que más me engancharon en su momento, y lo pasé realmente bien leyéndolo. 

También es importante no perder de vista que se está leyendo, un manga juvenil, sin muchas más pretensiones que entretener y divertir flipando al personal, porque esa es otra, siempre han salido los listos para decir que "Naruto es caca porque no es Taniguchi". Este argumento siempre me ha hecho una gracia tremenda, lo lumbreras que son estos tipos para darse cuenta que no, que no estamos ante una obra maestra del 9º arte, obviamente Kishimoto no es ni Taniguchi ni Tezuka, ni lo pretende.


¿A qué venía todo esto? porque leyéndome parece que estoy con la pataleta, y sacando mierdas de casi adolescente, pues a eso, a que termina Naruto, y me da un "no se qué", porque han pasado muuuchos años y me estoy volviendo un viejuno. 

En fin, a ver como termina el señor Kishimoto las aventuras de la Villa Oculta de la Hoja, que desde luego ya le tocaba. 



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