Si el número uno me dejo algo frío, los dos siguientes me han conquistado. Rick Remender sigue mezclando la historia actual de Steve Rogers con su infancia, y aunque es un recurso que no innova mucho, le queda bien y hace ameno el tebeo. El Capitán América cambia radicalmente el tono de los últimos tiempos, una dimensión en la que debe luchar por su supervivencia y la de Ian, el chico al que salvo y del que cuida desde hace un año.
Dudaba mucho del tono de la historia, no sabia si el primer vengador llegaría a cuajar en este tipo de historia, con razas nacidas de los experimentos de un loco, y cargando a un niño al que proteger. Sin embargo me lo he pasado genial. Remender garantiza diversión, y me deja con ganas de mas. Una etapa que arranca bien, a la espera de ver como se asienta y hacia donde nos lleva.
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